Para este momento, quizás la mayoría sabe que Juliana Marins falleció tras una caída de más de 600 metros en un volcán activo en Indonesia. Pero ¿Qué sucedió? ¿Cómo terminó en esa situación? En sus redes sociales dejó un registro íntimo y emotivo de su viaje, dejando en claro en sus últimas publicaciones cómo se sentía… un contraste con lo que estaba sucediendo fuera de ellas.
Una vida marcada por la aventura, la autenticidad y el deseo de transformación

Juliana Marins, de 26 años, era más que una influencer brasileña con decenas de miles de seguidores. Nacida en Niterói, Río de Janeiro, su vida dio un giro radical cuando decidió dejar su trabajo en publicidad y lanzarse a recorrer Asia en solitario, motivada por una búsqueda personal de sentido, crecimiento y conexión con lo esencial. Así nació una travesía que la llevó a Tailandia, Vietnam, Filipinas e Indonesia, documentada en sus redes sociales con imágenes y reflexiones que mostraban una sensibilidad poco común en el mundo de las redes sociales.
A través de su perfil de Instagram, que superaba los 269.000 seguidores, Juliana Marins compartía su visión de su aventura, a través de los paisajes hermosos que visitaba. Sus publicaciones combinaban fotografías de playas ocultas, rutas de senderismo extremas, cielos abiertos y montañas lejanas con textos profundos sobre el miedo, la libertad, la belleza del presente y los desafíos emocionales de viajar sola.
Entre sus pasiones destacaba el pole dance, que practicaba no solo como disciplina física, sino como herramienta de empoderamiento y exploración personal. Su conexión con el cuerpo se complementaba con una vida activa: senderismo, escalada, yoga y meditación formaban parte de su rutina nómada. Se definía como una mujer fuerte e independiente, pero también como alguien profundamente espiritual, abierta a lo inesperado, con una fuerte conexión con la naturaleza y con los vínculos humanos que cultivaba en cada país que visitaba.
Quienes la conocían afirman que no era una viajera superficial. Hablaba con la gente local, dormía en casas de familia, rechazaba las rutas turísticas masificadas y buscaba caminos poco transitados. Así llegó al Monte Rinjani, un volcán activo de más de 3.700 metros de altura, en la isla de Lombok, Indonesia. Fue allí donde la aventura encontró un final trágico.
El accidente en el Monte Rinjani y el desesperado operativo de rescate

El pasado sábado 21 de junio de 2025, durante un ascenso guiado al Monte Rinjani, Juliana Marins sufrió una caída de aproximadamente 600 metros por una zona escarpada conocida como Cemara Nunggal. Las condiciones climáticas no acompañaban: niebla densa, suelo inestable donde la arena parecía tragarse los pasos y una visibilidad muy reducida dificultaban el ascenso por la ruta de Pelawangan Sembalun, una de las más exigentes del volcán.
Según medios brasileños como G1 y UOL, Juliana Marins formaba parte de un grupo internacional acompañado por un guía local. En un momento crítico del trayecto, declaró que estaba demasiado cansada, pero el guía no se detuvo. Esto provocó que quedara rezagada y finalmente, se separó del grupo. Sola y sin guía, resbaló, desapareciendo en una pendiente vertical de acceso extremadamente difícil. Lo sorprendente es que sobrevivió a la caída inicial. Durante varios días logró mantenerse con vida, sin agua potable ni refugio, entre rocas volcánicas, en un entorno hostil y sin cobertura de señal.
El operativo de rescate, que combinó recursos locales e internacionales, se prolongó durante tres días. Participaron helicópteros, drones y equipos especializados de montaña, pero las condiciones geográficas, sumadas a la niebla persistente y las lluvias, complicaron cada intento de aproximación. Imágenes tomadas desde el aire por un dron mostraban a Juliana Marins consciente, moviéndose entre piedras, lo que generó una ola de esperanza entre sus seguidores y familiares, que siguieron el caso minuto a minuto desde redes sociales.
Finalmente, el cuerpo de Juliana fue hallado el martes 24 de junio a más de 650 metros del punto donde había comenzado su descenso. Aún no se ha publicado una causa oficial de su muerte, pero todo indica que el agotamiento, la deshidratación y las lesiones provocadas por la caída fueron determinantes. La noticia provocó conmoción en Brasil, donde los medios replicaron su historia con titulares que combinaban admiración por su valentía y dolor por su pérdida.
El caso también puso en debate los riesgos del turismo de aventura en zonas de alta exigencia física y geográfica. Muchos se preguntaron si los protocolos de seguridad eran suficientes y si los guías turísticos estaban capacitados para enfrentar condiciones tan adversas.
Sus últimas publicaciones de Juliana Marins

A pocos días del accidente, Juliana Marins compartió en Instagram algunas de sus reflexiones más íntimas. El 29 de mayo escribió: “Nunca me he sentido tan viva”, frase que se convirtió en símbolo de su historia tras conocerse su muerte. La acompañaba una imagen suya contemplando el paisaje desde lo alto de una montaña, con una sonrisa serena, llena de presente.
El 11 de junio volvió al publicar: “Si nunca lo intentas, nunca volarás”, junto a una serie de fotos en paisajes naturales de Indonesia. Estas palabras, palabras que sus seguidores toman hoy como una despedida involuntaria, pero coherente con la vida que eligió: una existencia libre, intensa y en constante movimiento.
Durante el operativo de rescate, la cuenta que su familia abrió para compartir actualizaciones superó el millón y medio de seguidores. Desde allí, publicaron mensajes de esperanza, coordinaron donaciones y difundieron imágenes de su última travesía. Finalmente, se publicó el mensaje de su fallecimiento.
Lo que ha provocado más indignación es que Juliana Marins no fue rescatada por el equipo de rescate, sino por un equipo de voluntarios. El alpinista Agam Rinjani fue el primero que tuvo acceso al cuerpo, se quedó junto a ella toda una noche y la sujetó para que no cayera más, para que no se perdiera y poder entregarlo a sus familiares. Mientras las autoridades pasaron cinco días intentando llegar, Agam llegó en uno solo.
Hoy, según la autopsia realizada por las autoridades indonesias, se dio a conocer la noticia de que Juliana Marins falleció 20 minutos después de la caída debido a una hemorragia interna en el pecho, según explicaron a CNN Indonesia. Pero los videos mostraban a Juliana aun consciente días después de la caída. Otra situación extraña es que se han compartido imágenes editadas, como esta, en donde claramente se editó para quitar los zapatos que estaban a un costado.

Juliana Marins no fue solo una viajera ni solo una influencer. Fue una mujer que se animó a dejar todo para escuchar su propia voz. Murió en la montaña, pero dejó una huella profunda en quienes la siguieron y la conocieron. Su historia nos recuerda que vivir intensamente no es sinónimo de temeridad, sino de autenticidad.
Referencias:
- G1/»Juliana sufrió una gran negligencia por parte del equipo de rescate», dice la familia de la turista fallecida en Indonesia. Link
COMPARTE ESTE ARTICULO EN TUS REDES FAVORITAS:
Relacionado
Esta entrada también está disponible en:
English
Descubre más desde Cerebro Digital
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
