Un equipo de investigadores de la Universidad de Sídney y la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) ha dado un gran salto hacia la restauración visual con el Phoenix99, un sistema biónico destinado a personas con ceguera severa. Tras comprobar su seguridad en pruebas con animales, el equipo se prepara para iniciar estudios en humanos, acercando la posibilidad de que miles de pacientes puedan volver a percibir su entorno.

¿Qué es el Phoenix99 y cómo recrea la percepción visual?

Según el estudio publicado en Biomaterials, el Phoenix99 es un sistema electrónico implantable creado para ofrecer una forma funcional de visión a quienes padecen enfermedades degenerativas de la retina, como la retinosis pigmentaria. Consta de dos piezas: un estimulador que se coloca en el ojo y un módulo de comunicación situado bajo la piel, detrás de la oreja. Junto a una pequeña cámara integrada en unas gafas, este conjunto actúa como un puente entre el entorno visual y el cerebro.

La cámara capta lo que ocurre frente al usuario y transforma esas imágenes en señales que se transmiten de forma inalámbrica al implante. El sistema las decodifica y emite impulsos eléctricos directamente a las neuronas sanas de la retina, omitiendo las células dañadas. Así, el cerebro interpreta estos impulsos como una imagen visual. En lugar de intentar reparar la retina, el Phoenix99 la complementa, permitiendo una experiencia visual básica y útil. Es una solución inteligente que aprovecha lo que aún funciona y lo potencia mediante tecnología de precisión.

Pruebas exitosas y el camino hacia ensayos en humanos

Durante un estudio de tres meses en modelos ovinos, el Phoenix99 demostró ser biocompatible, estable y seguro para la implantación a largo plazo. No se registraron daños a los tejidos circundantes ni respuestas inmunológicas inesperadas. Además, el proceso quirúrgico fue optimizado gracias a estas pruebas, lo que facilitará una eventual aplicación clínica. Samuel Eggenberger, ingeniero biomédico a cargo del proyecto, destacó que el dispositivo podría permanecer en el cuerpo durante años sin causar complicaciones.

Con estos resultados en mano, el equipo se prepara para solicitar la aprobación ética y comenzar los ensayos clínicos en pacientes humanos. Para el profesor Gregg Suaning, líder del equipo y coautor, este avance es fruto de décadas de experiencia en el campo de la electrónica médica implantable. La posibilidad de ayudar a personas con pérdida visual profunda ya no es un ideal lejano, sino una meta concreta que está cada vez más cerca de lograrse.

Tecnología con impacto humano: ver más allá de la oscuridad

El Phoenix99 no es sólo un avance científico: es una promesa tangible para quienes han perdido la capacidad de ver. A diferencia de otros enfoques, esta solución utiliza las neuronas retinianas que aún funcionan para generar una nueva forma de percepción visual. Es un sistema que no solo busca restaurar una función, sino mejorar la calidad de vida de quienes viven en la oscuridad.

Leer el rostro de un ser querido, distinguir formas, moverse con mayor autonomía… Son logros modestos en apariencia, pero con un impacto emocional profundo. Si las pruebas en humanos confirman lo observado en animales, estaremos frente a una revolución en el tratamiento de la ceguera causada por degeneración retiniana. El Phoenix99 representa una alianza poderosa entre ciencia, tecnología y empatía. Y lo más importante: ofrece una nueva luz a quienes habían perdido la vista.

Referencia:

• Implantation and long-term assessment of the stability and biocompatibility of a novel 98 channel suprachoroidal visual prosthesis in sheep. Link.