Un nuevo antibiótico ha despertado esperanza entre los expertos en salud. Este medicamento, originalmente aprobado para infecciones urinarias, demostró ser eficaz contra la gonorrea, una infección de transmisión sexual cada vez más resistente. De confirmarse su eficacia, podría ser el primer tratamiento nuevo desde los años 90 para esta enfermedad, marcando un hito en la medicina. El estudio se encuentra publicado en la revista The Lancet.

La gepotidacina y su promesa frente a la gonorrea resistente
La gonorrea, causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae, representa un problema creciente de salud pública debido al aumento de la resistencia antimicrobiana. Hasta ahora, el tratamiento estándar ha consistido en una inyección de ceftriaxona, a menudo acompañada de azitromicina. Sin embargo, la efectividad de esta combinación ha ido disminuyendo a medida que las bacterias se vuelven más resistentes.
Frente a este panorama, la gepotidacina aparece como una alternativa revolucionaria. Se trata de un antibiótico oral que actúa impidiendo la replicación bacteriana. En Marzo fue aprobado por la FDA para tratar infecciones urinarias no complicadas en mujeres y niñas mayores de 12 años. Su perfil de seguridad y tolerabilidad ha sido calificado como aceptable, lo que abre la posibilidad de ampliar su uso a otras infecciones, como la gonorrea.
Lo más prometedor es que este tratamiento no requiere inyecciones, lo que podría facilitar su acceso. Según el Dr. Jason Zucker, esto es especialmente importante para personas sin síntomas, ya que podrían recibir el tratamiento en casa sin necesidad de múltiples visitas médicas. La conveniencia y la posibilidad de reducir la carga en los servicios de salud hacen de la gepotidacina una opción valiosa para el futuro del tratamiento de infecciones de transmisión sexual.
Resultados prometedores de un ensayo clínico internacional

Un ensayo de fase 3 realizado entre 2019 y 2023 evaluó la efectividad de la gepotidacina en más de 600 personas diagnosticadas con gonorrea urogenital. El estudio, realizado en seis países (incluidos México, Estados Unidos y España), comparó la nueva terapia con el tratamiento convencional. La mitad de los participantes recibió dos dosis orales de gepotidacina, mientras que el resto fue tratado con ceftriaxona y azitromicina.
Los resultados fueron alentadores: el 92.6% de los pacientes tratados con gepotidacina se curaron, frente al 91.2% del grupo tratado con el régimen tradicional. Cabe destacar que los casos no exitosos en el grupo de gepotidacina se debieron a la falta de datos, no a fallas del medicamento. En aquellos con datos completos, no se observó persistencia de la infección.
Además de las infecciones urogenitales, el estudio evaluó su eficacia en casos de gonorrea rectal y faríngea. Aunque los resultados también fueron positivos, el tratamiento de la gonorrea faríngea sigue siendo un reto, ya que esta variante es más difícil de erradicar y contribuye significativamente a la propagación silenciosa de la infección.
A nivel de seguridad, no se detectaron efectos secundarios graves. Los eventos adversos más comunes en el grupo de gepotidacina fueron náuseas y diarrea, en su mayoría leves o moderados. Esto refuerza su potencial como una opción segura y eficaz para combatir una enfermedad que está volviendo con fuerza.
Consideraciones éticas, sociales y científicas del uso futuro

Aunque el estudio abre la puerta a un nuevo tratamiento, también plantea importantes retos. Por un lado, existe preocupación sobre el desarrollo futuro de resistencia a la gepotidacina, especialmente si no se administra adecuadamente. Expertos de la Universidad de Örebro y la OMS señalan que es probable que la bacteria desarrolle resistencia con el tiempo, especialmente si no se sigue con precisión el régimen de dos dosis.
Otro punto crucial es la diversidad en la investigación. La mayoría de los participantes en el ensayo fueron hombres blancos que tienen sexo con hombres. Esto deja fuera a muchos grupos que también están afectados por la gonorrea, como: entre ellos mujeres, personas negras y latinas. Será esencial que futuros estudios incluyan poblaciones más representativas para garantizar que el medicamento sea seguro y eficaz en todos los contextos.
Por último, el acceso económico también será un tema importante. Aunque aún no se ha anunciado el precio del medicamento para tratar la gonorrea, la farmacéutica GSK afirmó que buscará que el costo refleje el valor que ofrece, teniendo en cuenta las expectativas del mercado y de la sociedad.
Con el nombre comercial Bluejepa, la gepotidacina estará disponible en EE.UU. para infecciones urinarias en la segunda mitad de 2025. Su posible aprobación para tratar la gonorrea podría llegar poco después, dependiendo de los resultados regulatorios y de futuros estudios.
La gepotidacina representa una esperanza concreta en la lucha contra la gonorrea resistente. Sus resultados clínicos, su facilidad de administración y su buen perfil de seguridad la posicionan como un posible punto de inflexión en el tratamiento de infecciones de transmisión sexual. No obstante, el camino hacia su aprobación definitiva aún requiere investigación adicional, seguimiento riguroso y un enfoque inclusivo. Si supera estos retos, podríamos estar ante un avance médico verdaderamente transformador.
Referencia:
- The spatiotemporal ecology of Oropouche virus across Latin America: a multidisciplinary, laboratory-based, modelling study. Link.
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