El murciélago lanudo pintado, una de las especies más llamativas del mundo, enfrenta un riesgo creciente de desaparecer. Su atractivo pelaje naranja brillante y sus alas moteadas lo han convertido en un objeto de deseo en plataformas como Etsy y eBay, donde se comercializa como adorno decorativo. Sin embargo, esta creciente demanda podría sellar el destino de una especie cuya población ya es escasa y vulnerable.

Una especie única convertida en objeto decorativo

El Kerivoula picta, conocido como murciélago lanudo pintado, habita en diversas regiones del continente asiático, donde su llamativo color le sirve de camuflaje entre las hojas secas. Aunque parezca una contradicción, su intenso naranja lo protege de los depredadores naturales. Pero no puede resguardarlo del ser humano.

Investigadores analizaron 856 listados de ventas de murciélagos en línea y encontraron que 215 pertenecían específicamente a esta especie, lo que equivale a 284 individuos. Muchos de ellos eran ofrecidos en sitios como Etsy y eBay, con las alas extendidas, listos para colgar como decoración en paredes de casas. 

Este comercio no es solo preocupante por la cantidad de animales implicados, sino también por el contexto en que se realiza: una gran parte de estas ventas se da entre Halloween y Navidad, especialmente en estados como Tennessee, que lideró las ventas en EE. UU. durante ese periodo en 2022.

Una de las razones por las que esta actividad es tan alarmante es el lento ciclo reproductivo del murciélago lanudo pintado. Con una esperanza de vida de aproximadamente 10 años y solo una cría por camada, su población silvestre se repone muy lentamente. Además, la Lista Roja de la UICN lo clasifica como especie «Casi Amenazada», aunque advierte que se necesitan más estudios para evaluar con precisión su estado de conservación.

Los investigadores no sólo denunciaron el comercio activo, sino también las estrategias engañosas de los vendedores. Alrededor del 20 % de los anuncios utilizaban términos como “ético” o “sostenible”, asegurando que los murciélagos fueron criados en cautiverio o que murieron de causas naturales. Sin embargo, los autores del estudio, entre ellos la científica de datos Nistara Randhawa y la profesora Joanna Coleman, afirman que estas declaraciones son falsas. No hay evidencia de que esta especie se críe en cautiverio con fines comerciales, y todo apunta a que los ejemplares vendidos han sido cazados en estado salvaje.

Entre la conservación y el comercio: una amenaza silenciosa

El auge del comercio de murciélagos como objetos ornamentales pone de manifiesto una amenaza poco discutida pero profundamente perjudicial para la biodiversidad global. El caso del K. picta es paradigmático. No solo es perseguido por su belleza, sino que su rareza en el entorno natural hace que cada captura sea aún más significativa para la población general. “Nos preocupa que los cazadores estén extrayendo todos los individuos que encuentran, uno por uno”, advirtió Joanna Coleman, quien también es copresidenta del Grupo de Trabajo sobre Comercio de Murciélagos de la UICN.

El problema no termina con el Kerivoula picta. Los murciélagos en general están enfrentando un declive global por múltiples causas: pérdida de hábitat, enfermedades como el síndrome de la nariz blanca, uso de pesticidas y ahora, también, su explotación comercial como objetos de colección o decoración. El valor ecológico de los murciélagos, como controladores de plagas y polinizadores, rara vez es tenido en cuenta por quienes los ven únicamente como curiosidades exóticas para adornar una sala.

Una de las soluciones urgentes que proponen los autores del estudio es la inclusión de esta especie en el listado de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES). Esta medida, de implementarse, prohibiría su comercio internacional y facilitaría su protección efectiva. También recomiendan realizar estudios de campo más exhaustivos que permitan entender mejor cuántos ejemplares sobreviven aún en libertad.

Además, el estudio hace un llamado a las plataformas de comercio electrónico. Etsy, eBay y otras tiendas digitales podrían jugar un papel clave en la conservación simplemente prohibiendo la venta de animales salvajes como objetos decorativos. Actualmente, muchas de estas plataformas tienen políticas vagas o poco aplicadas en cuanto al tráfico de fauna, lo que permite que especies vulnerables como el K. picta se comercialicen libremente, incluso con descripciones que falsamente apelan a la ética y la sostenibilidad.

Una belleza que no debería terminar en una pared

El caso del murciélago lanudo pintado plantea un dilema moral y ecológico. Su inusual belleza, que debería ser motivo de admiración en su hábitat natural, lo ha convertido en una víctima del coleccionismo superficial y el consumo inconsciente. “K. picta debería estar descansando bajo las hojas de plátano de su hábitat natural, no colgando muerto en una pared como decoración”, declaró con contundencia Nistara Randhawa.

Los investigadores esperan que su trabajo no solo alerte sobre el destino de una especie singular, sino que también contribuya a una reflexión más amplia sobre cómo nuestras decisiones de consumo afectan al resto del planeta. Las criaturas más espectaculares de la naturaleza no existen para decorar nuestros hogares, sino para cumplir funciones vitales en los ecosistemas que compartimos.

El estudio completo ha sido publicado en The European Journal of Wildlife Research y abre la puerta a futuras acciones de conservación que podrían marcar la diferencia para este pequeño pero extraordinario murciélago naranja.

Referencia:

• The European Journal of Wildlife Research/Dying for décor: quantifying the online, ornamental trade in a distinctive bat species, Kerivoula picta. Link