Un sorprendente descubrimiento en España podría reescribir lo que sabemos sobre las capacidades simbólicas de los neandertales. Investigadores hallaron una huella dactilar humana de aproximadamente 43,000 años de antigüedad, impresa con pigmento rojo (ocre) sobre una roca con forma de rostro. Se trata, según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), de la huella humana más antigua registrada y de una de las primeras manifestaciones simbólicas conocidas en Europa.

(Crédito de la imagen: Álvarez-Alonso et al., 2025)
La huella que desafía la historia
La impresión fue encontrada en 2022 en el refugio rocoso de San Lázaro, cerca de Segovia, en una zona que estuvo habitada por neandertales entre 44,000 y 41,000 años. El análisis forense determinó que la marca fue realizada con un dedo que presentaba un patrón de espiral distintivo, probablemente perteneciente a un neandertal adulto de sexo masculino.
El hallazgo consiste en un guijarro de granito de unos 15 cm de largo, con hendiduras que recuerdan a cejas y, justo debajo, una marca roja que los investigadores interpretan como una “nariz”. Esta disposición dota a la roca de una apariencia facial, lo que sugiere una intención simbólica: la creación deliberada de una imagen semejante a un rostro humano. La piedra, además, parece haber sido transportada desde un río cercano, lo que refuerza la hipótesis de selección intencionada por su forma.
Según los autores del estudio publicado en Archaeological and Anthropological Sciences, la aplicación del pigmento refleja una mente capaz de simbolizar, imaginar y proyectar ideas en objetos del entorno, cualidades que hasta hace poco se atribuían exclusivamente a los humanos modernos.
¿Arte o accidente?

B: la roca con forma de rostro y el punto rojo en forma de «nariz».
El hallazgo ha reabierto un debate en la comunidad científica. Varios expertos han expresado escepticismo sobre el carácter simbólico del punto rojo. Bruce Hardy, antropólogo del Kenyon College (EE. UU.), sostiene que, aunque el ocre fue aplicado de forma intencional, no se puede afirmar con certeza que represente un rostro: “El simbolismo está en el ojo de quien lo mira.”
La arqueóloga Rebecca Wragg Sykes sugiere que lo que se interpreta como una nariz podría verse como un ombligo si se gira la piedra: “No podemos decir realmente qué se supone que ‘es’.”
Paul Pettitt, de la Universidad de Durham, considera que el uso del pigmento es inequívoco, pero que su significado sigue siendo incierto. Por su parte, el arqueólogo y psicólogo Derek Hodgson destaca que la roca no parece tener otra función más allá de su posible valor simbólico y añade que solo adquiere forma de rostro tras la adición de la marca roja.
Neandertales: ¿menos artistas que los Homo sapiens?

(Crédito de la imagen: Álvarez-Alonso et al., 2025)
El hallazgo se suma al creciente conjunto de objetos no funcionales creados por los neandertales, lo que alimenta el debate sobre si eran capaces de producir arte abstracto. Si bien existen grabados en cuevas de Francia de hasta 75,000 años de antigüedad, estos aún parecen menos complejos que las pinturas rupestres de los humanos modernos en sitios como la Cueva de Chauvet o la isla de Sulawesi.
Aunque todavía no se puede confirmar que los neandertales hayan desarrollado un arte simbólico pleno, dejaron huellas de una mente capaz de imaginar y representar —aunque sea con un simple punto rojo.
Referencia:
- More than a fingerprint on a pebble: A pigment-marked object from San Lázaro rock-shelter in the context of Neanderthal symbolic behavior. Link.
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