Gibellula attenboroughii: el hongo que convierte arañas de cuevas en zombis

Gibellula attenboroughii: el hongo que convierte arañas de cuevas en zombis

El descubrimiento de Gibellula attenboroughii en 2025 ha marcado un hito en el estudio del control biológico sobre los arácnidos. Identificado durante la filmación del programa Winterwatch de la BBC en Irlanda del Norte, este patógeno transforma a las arañas de cueva en “zombis” para asegurar su reproducción y dispersión.

Ciclo de infección del hongo y manipulación del comportamiento

hongo - hongo

El ciclo de infección de Gibellula attenboroughii revela un sofisticado mecanismo de manipulación. El hongo penetra el cuerpo de la araña y libera compuestos químicos que alteran su sistema nervioso. La víctima abandona la seguridad de su telaraña y se desplaza hacia áreas abiertas, como techos o paredes húmedas de cuevas.

Este movimiento no es casualidad, el hongo dirige a la araña hacia lugares donde las corrientes de aire favorecen la dispersión de esporas. Una vez debilitada, la araña muere y comienza la fase de mummificación. El hongo consume los órganos internos y segrega antibióticos naturales que preservan el cadáver, evitando la acción de otros microorganismos.

Del cuerpo inmóvil brotan tallos cargados de esporas, que se liberan en el ambiente para infectar nuevos huéspedes. Este proceso convierte a la araña en un vehículo perfecto para la expansión del patógeno. La estrategia recuerda a la del famoso hongo Ophiocordyceps, aunque en este caso la especialización es exclusiva hacia las arañas.

La combinación de manipulación, migración estratégica y preservación del cadáver demuestra un nivel de adaptación evolutiva sorprendente. Este ciclo convierte al hongo en un ejemplo extremo de cómo la naturaleza puede moldear el comportamiento de un organismo para servir a otro.

Especies de arañas afectadas y hábitat

hongo - hongo

El hongo Gibellula attenboroughii se ha observado principalmente en la araña de cueva europea (Meta menardi) y en la araña tejedora de cuevas (Metellina merianae). Ambas especies habitan en ambientes oscuros y húmedos, condiciones ideales para el desarrollo del patógeno.

Los registros iniciales provienen de cuevas en Irlanda del Norte, pero también se han encontrado ejemplares en castillos antiguos y depósitos de pólvora victorianos. Estos lugares ofrecen microclimas fríos y estables, donde la humedad favorece la supervivencia del hongo y la proliferación de sus esporas.

La elección de hábitats subterráneos no solo asegura la presencia de arañas susceptibles, sino que también protege al hongo de la exposición solar, que podría dañar sus estructuras reproductivas. Este patrón de distribución sugiere que el hongo podría estar más extendido de lo que se pensaba, oculto en rincones históricos y naturales de Europa.

El hallazgo refuerza la importancia de estudiar ecosistemas poco explorados, donde organismos especializados como este pueden permanecer invisibles durante siglos. La interacción entre el hongo y sus huéspedes revela un delicado equilibrio ecológico que apenas comienza a comprenderse.

Implicaciones científicas y culturales

hongo - hongo

El descubrimiento de Gibellula attenboroughii no solo aporta información sobre el control biológico de arácnidos, sino que también despierta interés cultural. Su capacidad de “zombificararañas recuerda a narrativas populares como la serie The Last of Us, inspirada en hongos similares que afectan insectos.

Sin embargo, los científicos han confirmado que este hongo no representa ningún riesgo para los seres humanos. Su especialización biológica está dirigida exclusivamente a arañas, lo que lo convierte en un fenómeno fascinante pero inofensivo.

Desde el punto de vista científico, el hallazgo abre nuevas líneas de investigación sobre la coevolución entre parásitos y huéspedes. Comprender cómo un hongo puede manipular el comportamiento de un animal complejo como una araña podría aportar pistas sobre procesos neurológicos y químicos aún desconocidos.

Además, este descubrimiento refuerza la relevancia de programas de divulgación como Winterwatch, que acercan la ciencia al público y permiten que hallazgos de gran impacto se den a conocer en tiempo real. La combinación de biología, cultura y comunicación convierte a este hongo en un símbolo de cómo la naturaleza sigue sorprendiendo.

El hallazgo de Gibellula attenboroughii en 2025 revela un nuevo nivel de interacción entre parásito y huésped. Su ciclo de infección, hábitat especializado y ausencia de riesgo humano lo convierten en un ejemplo único de adaptación evolutiva. Este hongo demuestra que incluso en la oscuridad, la naturaleza innova.

Referencia: 

  • Fungal Systematics and Evolution/The araneopathogenic genus Gibellula (Cordycipitaceae: Hypocreales) in the British Isles, including a new zombie species on orb-weaving cave spiders (Metainae: Tetragnathidae). Link

Descubre más desde Cerebro Digital

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

ARTÍCULO PUBLICADO EN

Picture of Erick Sumoza

Erick Sumoza

Soy un escritor de ciencia y tecnología que navega entre datos y descubrimientos, siempre en busca de la verdad oculta en el universo.

Deja un comentario

Publicidad

Scroll al inicio

Descubre más desde Cerebro Digital

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo