Un video viral ha causado indignación en Rusia tras mostrar a una pareja “tatuando” a su hijo de un año para participar en un concurso de TikTok organizado por Mellstroy. El polémico reto, promovido por el streamer, generó una ola de críticas, denuncias y un llamado a investigación criminal.

Un reto en TikTok que cruzó los límites

La polémica comenzó cuando una pareja rusa publicó en TikTok un video donde su bebé de apenas un año lloraba mientras era aparentemente tatuado en un estudio. En las imágenes, una mujer sostenía el brazo del pequeño mientras otra persona parecía grabar la frase “Mellstroy-Game”, el nombre del famoso streamer moscovita Andrey Burim, conocido como Mellstroy.

El acto formaba parte de un concurso lanzado por streamer Mellstroy, caracterizado por realizar “trash streaming”, como cuando agredió a una de sus amigas, quien prometía comprar apartamentos a los seguidores que subieran los videos más “originales” con su nombre. Desesperados por las deudas y la falta de vivienda, los padres decidieron participar.

“Llevamos tres años viviendo en alquiler y estamos endeudados hasta el cuello. Queríamos sorprenderte, Mellstroy”, decía la madre en el clip, justificando la acción.

Sin embargo, lo que para ellos era una oportunidad de mejorar su vida, se convirtió en un símbolo de la decadencia de los retos virales. El video, que mostraba al bebé llorando, provocó una reacción inmediata del público y de las autoridades rusas.

Reacciones y pedido de investigación a Mellstroy y los padres

La indignación creció cuando Ekaterina Mizulina, directora del organismo ruso de control de internet, pidió una investigación criminal. “Se ha tocado fondo”, declaró. 

“Una familia tatuó a su hijo de un año para participar en un concurso que promocionaba un casino. Aunque el tatuaje pueda ser falso, el bebé llora durante todo el video”.

Mizulina acusó directamente a Mellstroy de fomentar “tendencias peligrosas” en las redes, recordando que el streamer ya había motivado otros actos extremos entre sus seguidores, como destrucción de propiedad e incluso autolesiones. “Cada día los videos se vuelven más absurdos y brutales”, advirtió.

El caso reabrió el debate sobre la ética en las redes sociales y la responsabilidad de los influencers que impulsan contenido extremo por visibilidad. La viralización del video fue tan grande que las autoridades prometieron remitir el caso al Comité de Investigación ruso para determinar si hubo maltrato infantil.

Los padres se defienden y Mellstroy se deslinda

Tras la ola de críticas, los padres rompieron el silencio en declaraciones al medio Izvestia, asegurando que todo fue una puesta en escena. 

“No tatuamos al niño. Fingimos hacerlo. Usamos un bolígrafo de gel negro y quitamos las agujas del cartucho”, explicó la madre. “Jamás pensamos que la gente lo creería real”.

Por su parte, Mellstroy también se pronunció, intentando desvincularse del acto: “Pido a mis seguidores que no utilicen niños en los desafíos. Es moralmente inaceptable y ridículo”, declaró al diario The Sun. Aun así, su nombre volvió a estar en el centro de la controversia por el tipo de retos que promueve.

Aunque la pareja insiste en que el tatuaje fue falso, la escena de un bebé llorando mientras una máquina suena a su lado dejó serias dudas. El incidente ha encendido un debate sobre los límites de la exposición infantil y los riesgos del entretenimiento digital sin control.

El caso del supuesto tatuaje al bebé ruso refleja hasta qué punto la búsqueda de fama en redes sociales puede cruzar la línea de lo moral y lo legal. Aunque los padres alegan que fue una broma, la indignación general demuestra que internet no perdona cuando el espectáculo involucra a un menor indefenso.

Referencia:

• The Sun/SICKENING STUNT Horror moment parents ‘TATTOO’ screaming one-year-old baby in sick bid to win a free flat from twisted ‘trash streamer’. Link