En los áridos paisajes de Wyoming, un equipo de paleontólogos halló algo casi imposible: el cuerpo casi intacto de un dinosaurio. Gracias a una fina capa de arcilla, un Edmontosaurus annectens ha sobrevivido al paso de 66 millones de años, revelando detalles anatómicos nunca antes vistos en un fósil.
Un fósil de dinosaurio momificado que reescribe la historia

El hallazgo, liderado por la Universidad de Chicago y publicado en la revista Science, ha permitido reconstruir por primera vez la anatomía externa completa de un dinosaurio de gran tamaño. Se trata de dos ejemplares de Edmontosaurus annectens, uno juvenil y otro adulto, encontrados en el centro-este de Wyoming. La calidad de conservación es tan excepcional que se observan escamas, pliegues de piel, una cresta carnosa y hasta las pezuñas originales.
Apodados “Ed Junior” y “Ed Senior”, estos fósiles muestran que los hadrosaurios eran mucho más complejos de lo que se pensaba. El ejemplar adulto conserva una cresta carnosa que se extendía desde el cuello hasta la cola, similar a las espinas dorsales de algunos reptiles modernos. Esta característica, nunca antes documentada de forma continua, le daba un aspecto majestuoso y casi dracónico.
Además, las patas traseras muestran pezuñas córneas, en lugar de las garras puntiagudas con las que a menudo se los representa. Esto sugiere que caminaban con una postura más estable, como animales semiacuáticos adaptados tanto a moverse sobre tierra como en zonas húmedas. La conservación del fósil ha permitido reconstruir el contorno de su cuerpo con un nivel de precisión que ningún otro hallazgo había logrado hasta ahora.
La arcilla que detuvo el tiempo
A diferencia de otras momificaciones naturales causadas por el frío o la falta de oxígeno, la clave de este descubrimiento fue una delgadísima capa de arcilla de menos de un milímetro, que recubrió el cadáver poco después de su muerte. Según el estudio dirigido por Paul Sereno, el proceso comenzó cuando el cuerpo del dinosaurio se desecó al sol tras morir, antes de ser cubierto por una inundación repentina.
Durante ese proceso, una biopelícula bacteriana atrajo electrostáticamente partículas de arcilla, creando una suerte de máscara mineral que copió con exactitud cada pliegue de la piel, cada escama y cada contorno del cuerpo. Con el paso del tiempo, los tejidos blandos se descompusieron, pero el molde arcilloso conservó la forma original del animal.
El resultado es una momificación sin tejido orgánico, pero con una precisión tridimensional asombrosa. Gracias a herramientas como la microscopía electrónica, los escáneres CT y el modelado digital en 3D, los investigadores lograron reconstruir la forma y textura completa del dinosaurio, revelando detalles que hasta ahora solo podían imaginarse en ilustraciones o reconstrucciones artísticas.
Un retrato real de un gigante del Cretácico

El nuevo retrato de Edmontosaurus annectens cambia por completo la visión que se tenía de este herbívoro del Cretácico tardío. Ya no se lo ve como un simple “dinosaurio de pico de pato”, sino como un animal robusto, elegante y perfectamente adaptado a su entorno. Su cresta dorsal, las pezuñas y la disposición de sus patas sugieren una locomoción versátil, capaz de alternar entre la marcha cuadrúpeda y la postura bípeda.
La comparación con huellas fósiles del mismo periodo permitió encajar la forma del pie con las pisadas preservadas en el barro hace millones de años. Esto confirmó que las estructuras córneas funcionaban como auténticas “zapatillas” naturales, diseñadas para distribuir el peso y facilitar el desplazamiento sobre terrenos blandos.
Este tipo de preservación excepcional —llamada “plantilla de arcilla”— podría abrir una nueva etapa en la paleontología. Si se identifican más casos similares, los científicos podrían reconstruir con detalle cómo eran realmente los dinosaurios, más allá del esqueleto, accediendo a su textura, su piel y sus rasgos externos con una precisión casi fotográfica.
El hallazgo de Edmontosaurus annectens en Wyoming no solo muestra un fósil extraordinario: revela una nueva forma en que el tiempo puede conservar la vida. Gracias a una capa de arcilla y al azar de la naturaleza, hoy podemos mirar al pasado y ver un dinosaurio tal como fue.
Referencia:
- Science/Duck-billed dinosaur fleshy midline and hooves reveal terrestrial clay-template “mummification”. Link
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